Productos Premium

Álvaro Giménez Ibáñez, Paula Valdeón Lemus, Yolanda Santamaría Galerón, Alsira Monforte Baz

11.06.2019


EVENTO REALIZADO

EXPOSICIÓN

El proyecto Productos premiun al alcance de tu sueños (título apropiado de un eslogan publicitario para promocionar una marca de colchones), está condicionado por la inestabilidad. Y está elaborado por sujetos deliberadamente situados en un estado de desequilibrio, marcados por la incapacidad de acceder o mantener el espacio consolidado, no-precario, en el que se den las condiciones materiales o emocionales de posible construcción de intimidad y experiencia vivencial. Se trata de una exposición colectiva que aglutina diferentes propuestas por parte de cuatro artistas con una sensibilidad común.
Está contemplada, en primer término, como un rechazo a despojarse de anclajes materiales, es decir, al empobrecimiento exigido vinculado a un presunto proyecto de realización personal sustentado en expectativas individualizadas y vehiculado por la libertad imaginativa-creadora. Por lo tanto, se opone a los discursos que llaman no solo a asumir la pérdida estructural de derechos conquistados y la devaluación del trabajo artístico en el marco de la sociedad postfordista, sino también a apuntalarla y a adherirse ideológicamente a este propósito. La posición de los artistas, por tanto, se enfrenta al engañoso discurso falazmente meritocrático que alinea el valor del esfuerzo y la constancia con el éxito, orientado hacia la culpabilización y resposabilización individual en el marco del desfase intergeneracional. Esta intención infatilizadora tiene por tanto una orientación ideológica clara en términos económicos, y se encuentra vinculada a una sustracción de autonomía y autoridad decisiva. Por ello, la exposición sugiere contribuir a la resubjetivación de la generación postcrisis en el enfrentamiento cultural contemporáneo. Esta llamada a abrazar el estado de inseguridad en la configuración del espacio privado es uno de los elementos centrales que aquí se ponen en juego.
El espacio conjuga una serie de elementos vivenciales y de relaciones cognitivas volubles. Hay espacios privados y públicos, de tránsito, espacios pequeños y grandes, desde la calle, avenida o rúa, a las paradas fútiles del metro; o la morada, la habitación y la cocina, así, sucesivamente. En esta exposición se pretende reflexionar de una forma poética sobre el estado de confort que se manifiestan en tales espacios. La herramienta de la memoria trabaja como una alegoría a la estabilidad espacial, fabricamos lugares de almacenamiento, contenedores que supuestamente generan bienestar y progreso pero, a su vez, configuran un constante estado de inseguridad colectiva. El espacio privado es una de los elementos centrales que se pone en juego: ¿realmente la casa o el hogar, dulce hogar, engloba comodidad? Se pone entonces en cuestión la naturaleza de los espacios de donde normalmente emana nuestra cotidianidad.

 

 

[Exposiciones enmarcadas en el Proyecto 1234redes.con apoyado por la Uniуn Europea dentro del Programa Interreg V-A Espaсa-Portugal (POCTEP) 2014-2020, cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)]

 

HEMEROTECA
BBAA.USAL

José Luis Cuerda, profesor de la Facultad
ALBACETE 1947 / MADRID 2020

A mediados de los años ochenta, José Luis Cuerda fue profesor asociado de la entonces recién creada Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca. Fueron dos cursos intensos que finalizaron cuando Cuerda se centró en rodar el encargo que cristalizaría en El Bosque Animado, con guión de Rafael Azcona, que le catapultaría a la fama. En 1985 el director de cine ya había rodado Pares y nones para la gran pantalla; también El túnel, Mala racha y Total para TVE, en la que había entrado a trabajar en 1969 para dirigir programas culturales, realizar documentales y colaborar en los servicios informativos.
María Soledad Farré, profesora y ex decana esta facultad, compartió aquellos dos primeros años en el aula con José Luis Cuerda. Ambos impartieron clase en la especialidad de Audiovisuales, y forjaron una amistad que duró hasta la muerte del director. Farré, de hecho, compaginó en aquellos años la docencia con trabajos en el equipo de dirección de varias producciones de José Luis Cuerda, como en Amanece, que no es poco (1989), La viuda del capitán Estrada (1991) y La marrana (1992).